ASESORÍA DE TESIS DE GRADO

Mis queridos seguidores, a partir de la presente fecha comenzaremos a ofrecer servicios en asesoría de tesis de grado: pre y posgrado. Incluimos orientación que va desde la escogencia de temas, diseño del proceso investigativo hasta redacción y presentación final del TDG escrito.

Asesoramos metodología de acuerdo a Normas APA.

Orientamos en la adecuada sustentación del TDG.

Diseño y elaboración de presentación del TDG en Power Point.

Orientamos en la defensa oral con técnicas de oratoria.

Garantizamos calidad para que obtengas la aprobación del TDG.

Llámanos y gustosamente te atenderemos y despejaremos todas tus inquietudes.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Mujer feliz, enamorada

Posiblemente lo que todas anhelamos más en la vida es vivir una buena relación amorosa. El amor es algo que nosotros creamos y todos tenemos el poder y la capacidad de hacerlo al establecer relaciones amorosas y comenzando por uno mismo para ser feliz.

Si en este momento te encuentras soltera o sin pareja, o en una relación insatisfactoria o estancada, tu vida puede cambiar y está en tus manos el realizarlo.

De una manera clara y sistemática, esta obra te brinda los ejercicios necesarios que facilitarán la llegada del amor a tu vida. Basta con elegir una vez más el querer ser feliz y dar los pasos adecuados para hallar el amor. Recuerda: todo depende de ti. moremayz@gmail.com

jueves, 8 de noviembre de 2012



Sinopsis
Todos formamos parte del latido 
de un mismo corazón

«Tic tac, tic tac…, escucha su sonido. Cierra los ojos y observa cómo vibra cada vez que respiras, cómo se estremece cuando sientes. ¡Dios, qué maravilla es estar vivo! ¡Qué maravilla es formar parte de un Todo! ¡Qué mágico, qué bello!...». Así comienza esta maravillosa obra con la finalidad de hacerte sentir lo importante que es estar vivo y que habitas en un planeta de Luz que te enseñará a cultivar la sabiduría que tienes en tu ser.
En Todos formamos parte del latido de un mismo corazón aprenderás a deslastrarte de los espejismos que crees que eres y a reconocer que formas parte de la Red de la Malla Universal en la que existe un liderazgo que podrás desarrollar con la ayuda de hermosos, sencillos e ilustradores relatos. En esta magnifica obra hallarás muchas maneras de materializar tus más preciados sueños porque eres la creación de Dios, eres el latido de esa Divina Creación, de todo lo que hay y existe, y con Él integras un gran equipo.
Con la motivación que hallarás al leer este volumen tomarás conciencia de que no sólo es trabajar el espíritu lo que te llevará a evolucionar, es trabajar en conjunto, es trabajar la conciencia universal con la finalidad de transformar el sistema. Recuerda que el tiempo de Dios es perfecto y si con tus talentos y virtudes te dedicas al servicio colectivo por medio de actos, hechos y una excelente comunicación lograrás derribar las fronteras que te obstaculizan el triunfo y la felicidad en tu vida, y en la de los que te rodean.
Esta es la segunda obra de Edumily González, www.edumilygonzalez.com, novel escritora venezolana, próximamente en las mejores librerías del país.
Rayza E. González R.



Para que la Malla evolucione
debe evolucionar su necesidad
por Edumily González

En un reino muy lejano que se encontraba en un pedacito de la Tierra, Dios había bendecido a su gente por lo bella que era. Ese pedacito de tierra estaba integrado por personas humildes, llenas de esperanza y valores, además de mucha espiritualidad en sus corazones en los que reinaba el amor por Dios.
La economía parecía fluir incesantemente; había grupos de toda índole: unos defendían a los ricos ricos, que eran millonarios tanto material como espiritualmente y compartían sus riquezas, generaban empleo; otros, los ricos pobres que al morir sólo dejaban sus posesiones porque era lo que tenían; otros, los pobres ricos con sus necesidades primarias cubiertas, tenían vivienda, carros modestos, habían estudiado, tenían un oficio, deseos de ser mejores cada día y tenían fe en Dios. Al final, los pobres pobres: gente deprimida que no tenía nada material y la fe perdida. Podían robar, matar, odiar, alimentarse del sufrimiento del prójimo, del miedo, de la envidia, no luchaban por nada y no agradecían el regalo de la vida. Ese equipo pensaba que la vida era una bazofia y que Dios se había olvidado de sus integrantes, pero jamás le pedían nada porque su fe era muy pobre.
Dios, al ver tal escenario, se preguntó: «Porcentualmente, ¿cómo está dividido ese reino?: 1% de ricos ricos, 9% de ricos pobres, 30% de pobres ricos y 60% de pobres pobres. Entonces reflexionó: Tantas riquezas y las disfruta menos de la mitad de población. Mandaré a alguien para que los despierte a todos y luego les mandaré apoyo porque no es un trabajo sencillo».
Así, mandó a un líder, una especie de príncipe de los pobres pobres. La idea no parecía mala, aunque Dios jamás se olvidó de los demás. Él sabía que los otros eran seres evolucionados y serían capaces de contribuir al mejoramiento del sistema, pero este líder se dejó llevar por el ego y se dio cuenta de que cubriendo las necesidades básicas de esa población pobre pobre permanecería mucho tiempo allí. Regaló cosas materiales, casa, comida y esperanza y sueños, y así fue cómo “despertó” el 60% de los pobres pobres, pero no les enseñó a amarse, a querer ser mejores. Se le olvidó el camino y el trabajo que venía a hacer…, pero sí hizo algo importante: que esa gente se percatara de que tiene derecho a comer, a tener vivienda, pero no les enseñó a conseguirla, a construirla, sino que decidió quitarle a los otros para darle a ellos. Posteriormente creó odio, resentimientos, tristeza y desolación, y los pobres pobres despertaron, pero perdidos, llenos de inconformidades, y de mucho miedo de perder la ilusión de existir.
Posteriormente Dios volvió a medir el porcentaje en el reino: ricos ricos, 2%; ricos pobres, 18%; pobres ricos, 30% y pobres pobres, 50%, y se sintió conforme con su trabajo. Lo que más le agradó de la evolución del reino es que ese 50% tomó conciencia y se percató de que tiene derecho a comer, a tener una vivienda, y algunos hasta estudiaron; no obstante, se percató de que el miedo reinaba aún en 60% de la población. Miedo a dejar de existir, a perder bienes materiales. Los ricos pobres temían perder la abundancia lograda y los pobres ricos, a perder el empleo, la estabilidad…
Ya, transcurrido el tiempo, Dios decidió dar respuesta a la otra parte de ese reino que Él no había olvidado, confió en que sería fuerte, y sabrían apoyarlo para que su prójimo estuviese bien como ellos…, y preparó a otro ser capaz de sembrar amor en cada corazón para ayudarlos a despejar el miedo de perder lo que por derecho propio les corresponde.
Así Dios hizo que comenzara la segunda etapa del proceso de cambio de conciencia y el pueblo decidió elegir el mejor. La mitad del pueblo estaba en oración para que se hiciera la voluntad de Dios y ésta es la que quiere su pueblo. Poco menos de la mitad pidió amor, paz, felicidad, viajes, carros lujosos; más de la mitad, una casa, un empleo, y Dios dijo: «Pide y se te dará». Por ello, un poco triste, les concedió su petición y ganó el mismo dirigente de años y quedó demarcada la división del reino. Esa parte que perdió se sintió defraudada, abandonada por Dios, pero Dios jamás dejará solo a sus hijos.
No pasaron 72 días para que despertara el amor en cada corazón, era un cambio de sistema, una elevación de conciencia y gran parte del miedo desapareció. La mayoría se dio cuenta de que no tenía que rogar por comida, por vivienda, por empleo; eso era una necesidad primaria que debía estar cubierta, y nació la necesidad de amarse y de amor a su prójimo como a sí mismos. Los pobres pobres ya no lo eran porque eran pobres ricos; en sus corazones estaba la presencia de Dios.
Así, cada líder cumplió con su misión y era despertar a un reino para que evolucionara. Ambos se dieron cuenta de que la evolución de una nación se puede medir de acuerdo con la necesidad de sus miembros y de lo que ellos se permitan pedir porque Dios siempre nos dará lo que le pedimos, y así los ángeles del Cielo y de la Tierra dijeron amén…
“Dios, cuida tu bella creación
y haz a tus hijos prósperos en tu amor”